Federico García Lorca (1898-1936)

Par JOSE MORENO, publié le jeudi 13 décembre 2012 19:29 - Mis à jour le vendredi 7 juin 2019 10:36

 Biografía 

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Série de RTVE que cuenta la vida de Lorca : "Lorca, muerte de un poeta" 6 episodios 

Impresiones y paisajes  (1903-1918)El gran talento musical del joven Lorca se frustró por el deseo de su padre de que estudiara una carrera. Pero esos años los dedicó a escribir y a disfrutar de la música y, en Granada, frecuenta la tertulia "El Rinconcillo" en el Café de la Alameda.

La residencia (1918 -1923)Emilia Llanos, el gran amor de Federico, y Don Fernando de los Rios animan al poeta a viajar a Madrid. Allí conoce a Juan Ramón Jiménez y se instala en su Residencia de Estudiantes, donde conoce a Buñuel y Dalí, sus dos grandes e inseparables amigos.

El amor oscuro (1925-1928)Lorca no encuentra quien quiera estrenar su "Mariana Pineda". Rafael Alberti le sugiere que se vaya de vacaciones, y pasa unos días en Cadaqués junto a Salvador Dalí, quien se ofrece a diseñar los decorados de "Mariana Pineda", y es Margarita Xirgu quien la representa.

El llanto (1929-1935)Ya famoso, Lorca viaja a Nueva York para olvidar a Dalí y Buñuel. La crisis del 29 y lo que Lorca ve en esa ciudad, le impresiona sobremanera. Su viaje a Cuba, antes de regresar a Granada, le devuelve un poco de alegría y comienza su proyecto de teatro con La Barraca.

Una guerra civil (1935-1936) En 1936 el Frente Popular gana las elecciones y se declara el estado de guerra en Granada para acabar con la república. Lorca escribe "La casa de Bernarda Alba". Su única motivación es escribir para los amigos, a quienes lee sus obras en reuniones familiares.

 

La muerte (1936) El alzamiento militar triunfa en Granada y comienzan las detenciones y fusilamientos indiscriminadosl. El Comandante Valdés es el nuevo Gobernador Civil de Granada y se mantiene encontacto con el General Queipo de Llano, que decide el destino de Lorca.

 

 Poesías cantadas

"Romance de la luna" por Camarón de la Isla

 La luna vino a la fragua 
con su polisón de nardos. 
El niño la mira mira. 
El niño la está mirando. 

En el aire conmovido 
mueve la luna sus brazos 
y enseña, lúbrica y pura, 
sus senos de duro estaño. 

Huye luna, luna, luna. 
Si vinieran los gitanos, 
harían con tu corazón 
collares y anillos blancos. 

Niño déjame que baile. 
Cuando vengan los gitanos, 
te encontrarán sobre el yunque 
con los ojillos cerrados. 

Huye luna, luna, luna, 
que ya siento sus caballos. 
Niño déjame, no pises, 
mi blancor almidonado. 

El jinete se acercaba 
tocando el tambor del llano. 
Dentro de la fragua el niño, 
tiene los ojos cerrados. 

Por el olivar venían, 
bronce y sueño, los gitanos. 
Las cabezas levantadas 
y los ojos entornados. 

¡Cómo canta la zumaya, 
ay como canta en el árbol! 
Por el cielo va la luna 
con el niño de la mano. 

Dentro de la fragua lloran, 
dando gritos, los gitanos. 
El aire la vela, vela. 
el aire la está velando.

  

"La leyenda del tiempo" por Camarón de la Isla

 El sueño va sobre el tiempo,
flotando como un velero,
flotando como un velero,
nadie puede abrir semillas
en el corazón del sueño,
en el corazón del sueño.

El sueño va sobre el tiempo
hundido hasta los cabellos,
hundido hasta los cabellos,
ayer y mañana comen
oscuras flores de duelo,
oscuras flores de duelo.

El sueño va sobre el tiempo
flotando como un velero,
flotando como un velero,
nadie puede abrir semillas
en el corazón del sueño,
en el corazón del sueño.

Sobre la misma columna
abrazados sueño y tiempo,
abrazaos sueño y tiempo,
cruza el gemío del niño
la lengua rota del viejo,
la lengua rota del viejo.

El sueño va sobre el tiempo
flotando como un velero,
flotando como un velero,
nadie puede abrir semillas
en el corazón del sueño,
en el corazón del sueño.

Y si el sueño finge muros
en la llanura del tiempo,
en la llanura del tiempo,
el tiempo le hace creer
que nace en aquel momento,
que nace en aquel momento.

El sueño va sobre el tiempo
flotando como un velero,
flotando como un velero,
nadie puede abrir semillas
en el corazón del sueño,
en el corazón del sueño.

 

"La cogida y la muerte" por Andy García
A las cinco de la tarde.  
Eran las cinco en punto de la tarde.  
Un niño trajo la blanca sábana  
a las cinco de la tarde .  
Una puerta de cal ya prevenida  
Lo demás era muerte y solo muerte  
a las cinco de la tarde.
El viento se llevó los algodones  
a las cinco de la tarde.  
Y el óxido sembró cristal y níquel  
a las cinco de la tarde.  
Ya luchan la paloma y el leopardo  
a las cinco de la tarde.  
Y un muslo con un asta desolada  
a las cinco de la tarde.  
Comenzaron los sones del bordón  
a las cinco de la tarde.
Las campanas de arsénico y el humo  
a las cinco de la tarde.  
En las esquinas grupos de silencio  
a las cinco de la tarde.  
¡ Y el toro solo corazón arriba !  
a las cinco de la tarde.  
Cuando el sudor de nieve fue llegando  
a las cinco de la tarde.  
cuando la plaza se cubrió de yodo  
a las cinco de la tarde.  
la muerte puso huevos en la herida  
a las cinco de la tarde.  
A las cinco de la tarde.  
A las cinco en punto de la tarde.  
Un ataúd con ruedas es la cama.  
a las cinco de la tarde.  
Huesos y flautas suenan en su oído  
a las cinco de la tarde.  
El toro ya mugía por su frente  
a las cinco de la tarde  
El cuarto se irisaba de agonía  
a las cinco de la tarde.  
A lo lejos ya viene la gangrena  
a las cinco de la tarde.  
Trompa de lirio por las verdes ingles  
a las cinco de la tarde.
Las heridas quemaban como soles  
a las cinco de la tarde.  
y el gentío rompía las ventanas  
a las cinco de la tarde .  
¡ Ay, qué terribles cinco de la tarde !  
¡ Eran las cinco en todos los relojes!  
¡ Eran las cinco en sombra de la tarde !  

 "Idilio" y "Deseo"  Tomatito (guitarra flamenca) y Michel Camilo (piano)

"Romance de Thamar y Amnon" por Camarón de la Isla 

 

Thamar estaba cantando
desnuda por la terraza.
Alrededor de sus pies,
cinco palomas heladas.
Amnón a las tres y media
se tendió sobre la cama.
Yedra del escalofrío
cubre su carne quemada.
Thamar entró silenciosa
en la alcoba silenciada,
color de vena y Danubio,
turbia de huellas lejanas.
Thamar, bórrame los ojos
con tu fija madrugada.
Mis hilos de sangre tejen
volantes sobre tu falda.
Déjame tranquila, hermano.
Son tus besos en mi espalda
avispas y vientecillos
en doble enjambre de flautas.
Thamar, en tus pechos altos
hay dos peces que me llaman,
y en las yemas de tus dedos
rumor de rosa encerrada.
Ya la coge del cabello,
ya la camisa le rasga
Corales tibios dibujan
arroyos en rubio mapa.
Alrededor de Thamar
gritan vírgenes gitanas
y otras recogen las gotas
de su flor martirizada.
Violador enfurecido,
Amnón huye con su jaca.
Negros le dirigen flechas
en los muros y atalayas.
Y cuando los cuatro cascos
eran cuatro resonancias,
David con unas tijeras cortó
las cuerdas del arpa.
 
"La Tarara " por   Camarón de la Isla

La Tarara, sí; 
la tarara, no; 
la Tarara, niña, 
que la he visto yo. 

Lleva la Tarara 
un vestido verde 
lleno de volantes 
y de cascabeles. 

La Tarara, sí; 
la tarara, no; 
la Tarara, niña, 
que la he visto yo. 

Luce mi Tarara 
su cola de seda 
sobre las retamas 
y la hierbabuena. 

Ay, Tarara loca. 
Mueve, la cintura 
para los muchachos 
de las aceitunas.

 

 

Teatro

"La nana del caballo grande" por India Martínez


Esta Nana pertenece a la obra Bodas de sangre (acto I, cuadro II):
Habitación pintada de rosa con cobres y ramos de flores populares. En el centro, una mesa con mantel. Es la mañana. La Suegra de Leonardo con un niño en brazos. Lo mece. La mujer, en la otra esquina, hace punto de media.

Suegra
Nana, niño, nana
del caballo grande 
que no quiso el agua.
El agua era negra 
dentro de las ramas.
Cuando llega el puente 
se detiene y canta.
¿Quién dirá, mi niño,
lo que tiene el agua 
con su larga cola 
por su verde sala? 

Mujer(Bajo) 
Duérmete, clavel,
que el caballo no quiere beber. 

Suegra
Duérmete, rosal, 
que el caballo se pone a llorar.

"Bodas de sangre" Ballet Antonio Gades